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Acerca de

Papel café

Historia de la fundación
de este Carmelo de San José de Zaragoza, narrada en el libro de las Crónicas de los carmelitas descalzos por el padre
fray Francisco de Santa María

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CAPITULO XVI.

 

FUNDACION DE EL

Convento de San Joseph de

Religiosas de Zaragoza.

 

 

1 De la obligacion de referir la fundacion de esta casa, nos sacò Don Miguel Bautista de la Nuza,Cavallero tan calificado como su alcuña nos dize, hijo de esta insigne Ciudad. Escriviò la vida de la V. Madre Isabel de Santo Domingo, Fundadora, y primera Priora deste Convento: con tanto acierto, cuidado, y elegancia, que añadiendo, ò quitando, quedara afeada aquella hermosa escritura. Y siendole preciso escrivir la fundacion deste Convento, da cuenta della. De camino toca en las grandezas desta Ciudad, que llenò tanto la aficion de Cesar Augusto, que despojandola de su nombre antiguo Saldibia, le diò el propio, para eternizarlo. Pero mucho mas la engrandeciò el Cielo, con lo que Don Miguel luego nos dirà: oigamosle.

 

2 El grande exemplo de vida, y la nueva, y heroica santidad de estas primeras Religiosas, hijas de la Santa Madre Teresa de Jesus; avia dado tan claras muestras del espiritu de Dios, con que hazian sus fundaciones,que en toda España las deseavan, y procuravan tener consigo. No le parecia qualquiera de sus ciudades, por mas ilustre que fuesse, que gozava enteramente de lo que avia menester, para su consuelo,y exemplo, si le faltava uno destos Monasterios. No quiso Dios exceptuar à Zaragoza desta grande felicidad,y assi dispuso con su divina providencia, por caminos harto particulares (seis años despues de la muerte de la Santa Madre) que viniesse à fundar en esta Ciudad la Bendita Madre Isabel. Para ello tomò por instrumento al Doctor Don Geronimo de Sora, que fue Arcipreste de Zaragoça en esta Santa Iglesia Metropolitana, varon de singular virtud, y de la mayor paz interior, y candidez de alma, que avemos conocido en nuestros tiempos. Fue Capellan de Honor de Felipe Segundo, y tan estimado de este gran Rey (conocedor de grandes sugetos) que le proveyò en tres Obispados. Pero hallole siempre tan señor de si mismo,que no fue poderoso su Magestad para que fiasse de sus ombros tan alta, y pesada dignidad: exemplo mas admirado, que seguido; aun de los que parece que pueden pisar sobre las nubes.

 

3 Tenia este siervo de Dios mucha devocion à las Monjas Descalcas Carmelitas, y grande deseo que hiziessen fundacion en Zaragoça. Comunicòlo al Reverendifsimo Padre

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Fray Nicolas de Jesus Maria, que era intimo amigo suyo, y entonces Vicario General desta sagrada Religion. Pidiòle à la Madre Catalina de Christo, Religiosa de conocida,y exemplar virtud,que fue Priora en Soria,y despues Fundadora de Pamplona, donde la avia comunicado. Muriò esta sierva de Dios en Barcelona, con fama de santidad,y cada dia la acrecienta el Señor, con las maravillas en que dizen estar resplandeciendo su bendito cuerpo, en la mesma Ciudad de Pamplona, donde fue trasladado. Pareciòle al Arcipreste, que si alcançava à esta Religiosa, seria dar buen principio à sus intentos. Pero el Padre Fray Nicolas, como quien tenia conocidos los espiritus de sus Monjas, le respondiò, que seria mas aproposito la Bendita Madre Isabel, entonces Priora de Segovia, para que el Difinitorio se lo mandasse. Procuròlo el Arcipreste, ayudado deste Religioso Padre, y como cosa que la disponia nuestro Señor, se negociò con facilidad. Entre tanto pidió èl la licencia al Arçobispo de Zaragoça Don Antonio Bobadilla,el qual en oyendo nombrar à Isabel de Santo Domingo, no solo se la diò con gusto, sino con muchas gracias, de que huviesse escogido tal sugeto: porque la conocia mucho del tiempo que avia sido Obispo de Segovia, y tenia hecho gran concepto de su valor. Alcançando el si del Difinitorio, por un decreto que hizo en onze de Julio de mil y quiniétos y ochenta y ocho, le mando el Padre Fray Nicolàs en su Patente de catorce del mismo mes, que se aprestasse para hazer esta fundacion, y que llevasse à ella dos Religiosas del Monasterio de Palencia, que avian venido al de Segovia,y quatro deste Monasterio, las que ella quisiesse elegir. Assi lo hizo, escogiendo de las que avia traido consigo de Pastrana, à la Madre Catalina de la Concepcion, por otro nombre la Santa Portuguesa. Maria de la Visitacion, Maria de San Joseph, y Ana de la Trinidad. Y de Palencia à Inès de Jesus, y Catalina de la Encarnacion, todas seis hijas suyas de abito, ò profession, mugeres de superior espiritu; y que las cinco avian tratado, y conocido à la S. Madre Teresa. Yà dirè sus virtudes en lugar mas propio.

 

4. Embiò por estas Religiosas el Arcipreste, y pidiò que las acompanasse el Padre Fray Juan de Jesus, que era entonces Provincial de Cataluña, y Aragon. Vino la bendita Madre, con titulo de Vicaria, y Fundadora deste Monasterio, sin perder el de Priora de Segovia. De alli partieron à veinte y dos de Julio, y llegaron à esta Ciudad de Zaragoça à quatro de Agosto de mil y quinientos y ochenta y ocho. Y porque fuesse con feliz principio, quisieron darsele apeandose en la Santa Iglesia de nuestra Señora del Pilar:y prendarla desde luego por intercessora para el buen sucesso de obra tan grande, y tan de su servicio. Es esta Capilla una de las mas celebres estaciones, que tiene entre los hombres lá Reyna de los Angeles,cuyo Pilar de jaspe, Trono desta Reyna, fue digno, que ellas le traxessen en las palmas desde el cielo: y que todos le pongamos en la tierra sobre nuestros ojos. Mostrosele alli donde oy se adora, al Apostol Protromartir Santiago, aun viviendo la Virgen en carne mortal. Y apareciòsele, no en vision imaginaria,sino en su mesma, propia, Real, y, verdadera presencia. Y muestrase tambien cada dia esta Soberana Señora en la multitud de milagros, maravi- llas, y beneficios obrados por su intercession, que assiste en Zaragoça sobre aquella atalaya,para nuestro bien, y remedio: y que la dexò por empeño, de que ha de conservar en esta cuidad la verdadera Fè hasta el fin del mundo: como se lo dixo al Santo Apostol, quando se le apareciò sobre el Pilar sagrado.

 

 

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5 Acabada su oraciòn, las llevaron de alli à la casa, que les tuvo prevenida el Arcipreste, junto à la calle que llaman de la Manteria, que es la misma en que aora viven los Padres Agustinos Recoletos. Y si bien en este tiempo no es grande, era entonces harto pequeña,y desacomodada. Pero mientras no hallava la que convenia para el fin de su instituto, se alojaron alli como pudieron. Dixose la como nieve caida del Ciclo avian sus Religiosas de fecundar la Ciudad en sáridad,y virtudes. Cerca de dos años passaron, ò padecieron en tan estrecha casa, y della, para mejorarse en algo, se fueron à vivir à la que aora estan labrando, con titulo de Convento de San Ilefonso, los Padres Predicadores. Y como las fundaciones destas siervas de Dios, llevan consigo, por lo mas ordinario, el titulo de San Joseph, tocole buena parte deste nombre glorioso à la plaça donde se trasladava el Monasterio, que de alli adelante se llamò de San Joseph, y olvidaron sus vezinos el que hasta entonces le tenian puesto los Moriscos, que habitavá por aquellos barrios, indigno de memoria. No permaneciò mas de ocho años la fundacion en este segundo sitio. Al cabo de ellos se passaron cerca de el insigne Convento de Santa Engracia, que tiene aqui la Religiosissima Orden de San Geronimo, y antiguamente fue la Iglesia que llaman de las Santas Masas, por estar en este gran Santuario las que se amasaron con la llubia voluntaria que cayo del Cielo sobre las cenizas sagradas de los cuerpos de los Santos, e innumerables Martires desta Ciudad. A la qual llamò, por su respeto, Aurelio Prudencio, Madre, y producidora de famosos Martires.


6 No se hallò la Bendita Madre Isabel en esta tercera translacion, por que yà quando se hizo era ida à Ocaña, por mandado de la obediencia. Y assi lo que dixere della, se ha de entender, que lo hizo en la primera, y segunda casa donde fundo, edifico, y habitò, por tiempo de diez años, que se detuvo en esta Ciudad. Quando se vio en estas dos casillas pobres, començo luego à mostrar su virtud, y valor: ambas cosas bien necessarias para la fundacion. Trabajava con sus manos, y era la primera que assia de la espuerta, y del cuezo, y la que llevava el ladrillo para la fabrica, como si fuera una Novicia, ò por mejor dezir un jornalero de la obra: Ninguna cosa le parecia pesada de las de mayor cansan- cio, porque el amor de Dios, y su gránde humildad se lo suavizavan todo. Muchas vezes en el edificio material, hizo prueba de la generosidad de su espiritu, monstrando que no la acobardava la mucha pobreza que padecía, ni la falta de dinero, y de los materiales, y aun de lo muy necessario para comer, quando todo esto se avia de sacar de las cortas limofnas que le davan. Tambien sucedia que para poder gozar de la soledad, que les mandava tener su Regla, se retiravan por los huecos de los desvanes. Y alli con una Cruz de caña, y una escudilla vieja, y rota, con agua bendita hazian su Oratorio, y estavan muy alegres. Y la que alcançava una piedra, ò un pedaço de madero para poder sentarse à hazer labor, no lo trocara por el mas rico estrado de la tierra. Tal era la pobreza de aquellos principios.


7 Mucho puede admirar lo que acabo de dezir, à quien tambien acaba de leer, que vino la Bendita Fundadora à devoció, y ruegos de un varon tan limosnero, y pio, como el Arcipreste. Ni yo tengo con que satisfacer la admiración humana, sino haziendo misterioso tal olvido, y careando este suceso, por ser tán semejante, con el que refiere la Santa Madre en su fundacion de Toledo, que yà dexo escrita en el Capitulo sexto, pues à vis-


 

 

 

 

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ta de tanta piedad , en uno, y en otro caso escondia Dios tales necesidades de sus siervas. Con este pensamiento callaba, sufria, y padecia la bedita Madre Isabel gozosamente su estimada pobreza. Y como vivia sin fundador, ni persona que tuviese tomado por su cuenta la fabrica de el monasterio, fue grande la descomodidad con que vivia. Pero quando se hallaba sin saber à que echar mano, bolvia à Dios los ojos con tá viva fe, que pocas, ò ninguna vez faltaron los efectos, socorriendole el Cielo en algunos enquentros al juycio humano imposibles, ò desesperados.


 

8. Dirè de uno,que serà argumento de los demàs. Viendose obligada la Bendita Madre à mudar de sitio,por la estrecheza de el primero, trato de buscar el segundo,q dixe arriba. Para lo qual fue necesario comprar una huertecilla, y averse de empeñar en tres mil reales, que le faltavan. Cumpliose el plaço en que los avia de pagar, y como no se hallò con ellos, sino con mucha pena de la priessa con que se los pedian, y del escrupulo que le dava no pagar la deuda, hizo diligencia para buscarlos en hartas partes, por medio de los Padres Carmelitas de la Observancia, que fueron los que mas entonces le ayudaron. Mas ni por ello, ni por el empeño de algunas joyas pudo hallar quien la sacasse del empeño de aquella obligacion. Permitiolo sin duda nuestro Señor, para exercitar a la Bendita Madre, y que resplandeciesse mas la alteza de su esperança. Y assi entendiendo ella que la mejor hora para pedir mercedes à su divina Grandeza, era quando faltavan los remedios humanos. Acudiò à la oracion, donde hallava siempre el socorro de sus necesidades, y el efecto de sus ruegos. Y aviendola tenido mucho rato, con grande recogimiento interior, entendiò de nuestro Señor, que no la desamparava en aquella apretura, y que en el arca de las tres llaves hallaria lo que entoces buscava. Y assi fue, como mas à la larga refiere Don Miguel. Y entrandose luego en las virtudes desta Madre, refiere cosas de harta edificacion, que dexamos para cuando la Historia llegue a tratar de su vida.


 

9. Mas adelante, cumpliendo la palabra que nos diò de tratar en particular de las hijas de la Madre Isabel, y otras, q despues della en aquel Convéto professaron, lo haze tan à la larga, y con tanta particularidad, que no nos dexa que añadir. Trasladarlo todo aqui seria salir mucho de las lindes de Historia general. Abreviarlo, era deslucirlo. Por lo qual he tenido por mas acertado consejo remitir al Lector à lo que alli hallarà escrito, y muy à satisfacion.


 

10. No es para olvidar lo que el P. Fr. Alonso de la Madre de Dios (de cuya diligencia, y legalidad avemos hablado muchas vezes) dize por estas palabras: Llevò à esta fundacion la Madre Isabel de Santo Domingo, por preciosa reliquia, una correa con que se avia ceñido Santa Teresa, y colocòla con decente ornato donde convenia. Ha hecho esta Correa muchos milagros, y en especial se refiere, que tomandola la Madre Isabel en las manos sudava sangre. Quando en Aragon se vieron ruidos de armas, año de 1590. contra el rey Felipe segundo, hizo lo mismo. El siguiente de 92. el mismo dia que el P. Fr. Geronimo de la Madre de Dios Gracian, fue despojado en Madrid, sudò tambien sangre. Y quando la Madre Geronima del Espiritu Santo, aviendo cumplido con el oficio de Priora en Genova, se volvio à Madrid, deseosa de ver la Sagrada Correa, la Madre Isabel la tomò en las manos, para darsela que la recibiesse, y luego sudò sangre. Recogiola en un papel la Madre Geronima, y passando por Tarazona se la presentò al señor Obispo Don Fray Diego de Yepes, cosa que èl estimò grandemente. Esto es del dicho Padre. Y aviendo yò hecho nueva diligencia, he hallado ser todo assi.

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